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Foto: Snail Records

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El productor y líder de Mostar Sevdah Reunion es una de las figuras clave para entender el proceso de internacionalización de la sevdalinka. Con el recuerdo del tristemente desaparecido Sreta, y la consolidación definitiva de Antonija Batinić como vocalista de la banda, hablamos con él sobre su último trabajo, Lady sings the Balkan Blues (Snail Records, 2022), sobre el papel de la mujer en el Sevdah, y sobre el presente y futuro del género

«Me gustaría ver más mujeres compositoras, arreglistas, productoras y líderes de bandas, y tocando instrumentos en proyectos de Sevdah»

«Se necesitan décadas de trabajo para convertirse en uno de los grandes, esto no es algo que suceda con unas pocas canciones»

«Creo que Antonija Batinić es ‘La dama’ que puede cantar Sevdah y marcar la escena de la world music con sus habilidades vocales»

Por César Campoy.

– Vuelves a apostar por una nueva voz: Antonija Batinić. Háblame de ella. ¿Cómo surgió su incorporación a este proyecto? ¿Qué cualidades destacarías de ella?

– Conocí a Antonija en Mostar, a finales del verano de 2017. Estuve en un evento cultural en el Pavarotti Music Center, y ella formaba parte de él. Subió al escenario para cantar nuestra famosa sevdalinka Emina con el joven guitarrista Nedim Oručević. No pude creer lo que estaba viendo y escuchando, lo genial que era. Ambos eran seguidores de la Mostar Rock School. En ese momento solo tenía 26 años. Inmediatamente, después de la actuación, me acerqué a ella y le pedí que se uniera a nosotros y que hiciéramos unos cuantos ensayos. Después del primero supimos que era la cantante adecuada para MSR. Es una auténtica cantante. Puede cantar casi todo: tiene grandes habilidades vocales, fraseo, emoción, técnica… Escuché su repertorio, que incluye a Ella Fitzgerald, Janis Joplin, Amy Winehouse, Adele… ¡Ex-Yu pop, rock, música tradicional! Creo que su primera actuación con la banda fue en otoño de 2017, y desde entonces se ha convertido en integrante estable de la banda. Por esa época lanzamos el disco con Milutin Sretenović Sreta (The balkan autumnSnail Records, 2018-) y tuvimos que esperar al nuevo proyecto con Antonija (también necesitábamos un tiempo para que ella se involucrara de verdad en la banda). Lanzamos un sencillo, Srdo moja, en la primavera de 2018 como forma de su promoción y  comienzo del nuevo proyecto. Pero, como todos sabemos, llegó el coronavirus, y la vida se detuvo.

¿Qué valoración haces del papel que está jugando la mujer en la sevdalinka, actualmente? ¿Estamos en el camino de encontrar una nueva Nada Mamula, Zehra Deović o Beba Selimović?

– Desafortunadamente, las mujeres desarrollan, en su mayoría, el papel de cantante. Me gustaría ver más casos en el campo creativo (compositoras, arreglistas, productoras y líderes de formaciones), así como tocando instrumentos en proyectos de Sevdah. Nada Mamula, Zehra Deović, Beba Selimović y Silvana Armenulić (¡tengo que mencionarla especialmente!) y muchos otros de la «vieja escuela del Sevdah» son los verdaderos gigantes de nuestra música tradicional. Nos dejaron una gran herencia musical: todos nos inspiramos y utilizamos sus grabaciones para nuestros proyectos. Hay suficiente talento para continuar adelante, pero se necesitan décadas de trabajo para convertirse en uno de ellos. Esto no es algo que suceda con unas pocas canciones.

– ¿Qué te llevó a idear el proyecto Lady sings the Balkan Blues? 

– En primer lugar, fue la voz de Antonija. Como mencioné anteriormente, planeábamos grabar el álbum con ella, pero la Covid detuvo todas nuestras actividades. También, la repentina muerte de nuestro querido Sreta, al comienzo de la gira el verano pasado en 2021, representó un gran shock para todos nosotros. Paramos todas las actividades.

Fuimos a principios de diciembre de aquel año al estudio, en Mostar, para grabar una canción en homenaje a Sreta, Kad muzika stane, y nos quedamos cuatro días más para grabar temas “básicos” para el álbum Lady sings the Balkan Blues. Antes de ir al estudio hablé por teléfono con Antonija, estábamos discutiendo sobre el repertorio. Tenía la idea de un repertorio más amplio, no solo sevdalinkas, sino también canciones macedonias, «Starogradske», algunos temas populares de la exYugoslavia… Entonces, Antonija sugirió Teško meni u Saraj’vu samoj. Yo pensé: «¿Estás segura, jovencita?”. Se trata de una sevdalinka muy difícil. No sabía que ella estaba tan interesada en ello, pero aparentemente estuvo los últimos años investigando un poco sobre el género. Entonces dijo: “¡Me gustaría cantar Da sam ptica y Omer-beže también!”.

Estaba tan feliz porque pudiéramos hacer un verdadero álbum de Sevdah. Me gusta alternar entre álbumes conceptuales de Sevdah y otras combinaciones balcánicas. Si nos sigues, puedes ver que casi cada segundo álbum, no lo es de Sevdah. Grabamos aquellos discos con Šaban Bajramović, Ljljana Buttler y Milutin Sretenović Sreta… ¡álbumes que no son de Sevdah!)

Y el título es una especie de declaración para Antonija. Creo que ella es «La dama» que puede cantar Sevdah y marcar la escena de la música mundial con sus habilidades vocales. ¿Blues de los Balcanes? Bueno, llevamos más de 20 años promocionando el Sevdah y tratando de ponerlo en el mapa musical internacional. Y siempre tratamos de explicar qué es el Sevdah, y de alguna manera siempre aquello termina con la frase cliché: «¡Es un blues balcánico!”. De repente, todo el mundo comenzó a hablar de blues de los Balcanes, así que solo quería subrayar, para el futuro, que el Sevdah es un verdadero blues de los Balcanes.

Foto: Snail Records

– ¿Cuál la meta de este disco? 

– Como de costumbre, promover el Sevdah. Mantener viva la llama de Sevdah. Poner el foco sobre Antonija. Inspirar a jóvenes músicos a hacer Sevdah.

– Y, ¿qué crees que aporta a la escena actual del Sevdah?

– Nunca pienso en este tipo de preguntas o respuestas. En primer lugar, hago esto por mi alegría y disfrute personal. El mensaje es simple: ama el Sevdah porque el Sevdah es amor.

– Los arreglos y el espíritu de MSR han ido evolucionando hacia unos aires más sofisticados. Sobre todo, desde Tales from a forgotten city (Snail Records, 2013). En este disco es evidente, por ejemplo, en canciones como Kada moja mladost prođe. ¿Hacia dónde evoluciona el estilo de MSR? Imagino que será una de tus principales preocupaciones. Tras más de veinte años, la exigencia es máxima.

– ¡Jajaja! Sí. Buena apreciación. Como productor e ingeniero de sonido, me encanta escuchar buenas grabaciones acústicas. Me encanta escuchar las buenas grabaciones, mezclas, producciones… Me encanta el sonido de los instrumentos acústicos, los buenos arreglos… Pero lo más importante para mí es la atmósfera que se crea al producir la música. Nuestro idioma no es comprensible para la audiencia internacional, por lo que tratamos de crear la atmósfera con los arreglos y la producción para llegar al corazón de nuestros oyentes. Todavía recuerdo cuando lanzamos, en el álbum Café Sevdah (Snail Records, 2007), la canción Kraj pendžera Jusuf stari (más de 13 minutos), o, en Tales from a forgotten city, Što te nema? (casi 10 minutos, incluso con el videoclip). Todo el mundo decía que estaba loco, que son piezas muy largas de escuchar, etc… pero, ¿a quién le importa? Si no te gusta, pasa a la siguiente pista. Te puedo decir que, de hecho, la mayoría de los elogios los recibimos por esas canciones.

ç- Hay intérpretes como Marko, Gabrijel o Radoja, que ya llevan años en MSR, pero son otros como Mišo, Senad o Sandi, que llevan en el proyecto, casi, desde el principio. ¿Cómo es ese trabajo juntos después de más de veinte años? ¿Cómo es vuestra rutina?

– Todo esto no sería posible sin mis chicos. Son unos grandes músicos y grandes artistas. Increíblemente talentosos. Voy al estudio, principalmente, con una hoja de papel, con la lista de posibles canciones, tal vez algunas notas sobre la atmósfera (dónde ir con cada canción, qué instrumentos usar…), y comenzamos con el verdadero trabajo sobre los arreglos. Muchas veces me ha pasado que elijo las canciones que nadie ha escuchado o tocado nunca.

Utilizamos, principalmente, un par de horas por canción, y cuando el arreglo está más o menos listo vamos a grabar. Mišo suele estar ocupado con la armonización de la música. A veces grabo todo tipo de solos y luego tomo decisiones en la mezcla. Diría que nuestro promedio para la grabación del disco es de cinco días. Siempre nos quejamos de que no tenemos suficiente tiempo (léase dinero) para pasar más días en el estudio, pero, quién sabe, tal vez esta fórmula funcione mejor para nosotros. Tal vez esa es la razón por la que siempre sonamos frescos, impredecibles, originales… Yo diría que tenemos una forma jazzística de grabar: tienes la estructura, y simplemente la tocas. Ya lo resolveremos durante la interpretación.

Este método está funcionando para nosotros y también para mí. No me interesa simplemente presionar el botón ‘GRABAR‘ y no hacer nada. Me encanta involucrarme en los arreglos, en discusiones con los músicos. Todos estamos creando algo. Estamos pintando la imagen del álbum. Empiezas con una línea, pero no sabes dónde vas a terminar.

– Has vuelto a contar con Boris o Ivan, que ya participaron en The balkan autumn. ¿Pasarán a formar parte de la familia de MSR?

Boris Vuga ha actuado con nosotros un par de veces, pero su participación depende del presupuesto de los conciertos. No recibimos tanto dinero como para incorporar miembros adicionales. Si tienes que llevar a una persona adicional, significa una tarifa adicional, billete para el vuelo, alojamiento, comida… Desafortunadamente, se suma a los costos totales. Hasta ahora, Ivan Susac solo nos ha ayudado en algunas canciones. Es un músico muy ocupado, y es difícil planificarlo, con él, para los conciertos. Pero, quién sabe, si tenemos más giras pronto, tal vez podamos incorporarlos. Representarían una gran contribución a nuestro sonido, sin duda.

Foto: Snail Records

– Hablando de The balkan autumn, me gustaría que tuviéramos un recuerdo para Milutin, que también tiene presencia en este disco con ese emotivo Kad muzika stane, una canción de Rusmir Pobrić. Háblame, por favor, de ese homenaje sonoro.

– La repentina muerte de nuestro querido Sreta, al comienzo de la gira el verano de 2021, fue un gran shock para todos nosotros. Paramos todas las actividades. Luego, en octubre del mismo año, encontré la grabación en video de Sreta que me inspiró a hacer una especie de último adiós a nuestro querido amigo. Esa grabación de video fue tomada por el compositor Rusmir Pobrić con su teléfono. Le entregó a Sreta esa canción, y la idea fue publicarla como sencillo. Sreta estaba tan entusiasmado con esa canción que le prometí que la grabaríamos. Pero eso nunca sucedió. Sreta nos dejó. Entonces, decidimos grabar ese tema e intentar hacer el dueto de Sreta y Antonija. Tuvimos que limpiar la grabación de audio y aislar la voz de Sreta. Fueron muchas ediciones, y al final logramos lanzar el sencillo Kad muzika stane. Esa canción también está en el álbum Lady sings the Balkan Blues como bonus track, porque conceptualmente no es una sevdalinka. Además de las complicaciones técnicas del trabajo, emocionalmente todo fue aún más difícil. Hubo muchas lágrimas durante la grabación. Todavía, en ese momento, no podíamos creer el hecho de que él no estaba con nosotros, que nunca lo volveremos a ver. Durante la grabación se podía escuchar su voz. Escuchábamos grabaciones, y él estaba con nosotros en el estudio. Lo buscabas entre los músicos para ver su respuesta en las canciones pero no encontrabas sus ojos ni lo veías sonriéndote. Fue una grabación desgarradora para todos nosotros. Pero teníamos que despedirnos de nuestro querido Sreta.

– ¿Qué destacarías de la figura de Milutin? ¿Qué aprendiste de él?

– Era, realmente, un gran hombre, un gran cantante. Totalmente único. Yo no podían entender cómo no hizo carrera en la exYugoslavia. Podía cantar de todo. Era un cantante de kafana de la “vieja escuela”. Eso significa que debes cantarlo todo: desde Malagueña Salerosa, Bésame mucho, Allelujah, What a wonderful world, Yesterday, canzonas italianas, chansons francesas, canciones rusas, Gypsy Kings… hasta los estándares de nuestra kafana: Toma Zdravković, [Predrag Živković] Tozovac… temas populares, sevdalinkas… Su voz era tan específica. Teníamos muchos planes.

Y su carácter era realmente hermoso. Un hombre tan amable con una energía positiva. Nada era difícil para él. Listo para ayudarte siempre que se lo pidieras. Un hombre muy honesto y, sobre todo, un gran profesional.

Cuando se convirtió en el cantante principal de Mostar Sevdah Reunion, tuvo que estudiar y aprender todas las sevdalinkas de nuestro repertorio. Algunas de ellas nunca antes las había escuchado. ¡Estuvo listo en unos pocos días!

Realmente lo echamos mucho de menos. ¡Querido, querido Sreta! Y él fue el primero que me habló de Antonija, cuando la escuchó por primera vez: “¡Esta chica es increíble! ¡Llévatela y haz el disco con ella!”. Era un gran admirador suyo. Todavía guardo algunos duetos de ellos dos en concierto. Tengo que publicarlos pronto en You Tube.

– Por cierto, Orhan Maslo regresa a MSR tras muchos años, porque el participó, si no me equivoco, en The mother of gypsy soul (Snail Records, 2002). ¿Cómo surgió ese reencuentro?

Oha (ese es su apodo) es un viejo amigo nuestro. Es el fundador de Mostar Rock School y el gerente del estudio en el Music Center Pavarotti. Durante las grabaciones nos vemos todos los días. Fue bastante natural que yo le pidiera que nos ayudara con algunas percusiones. Las necesitábamos para algunas canciones, y fue muy amable al echarnos una mano. Además, Antonija estuvo en su escuela hace unos años.

– Hablábamos antes del papel femenino en el Sevdah actual. Históricamente, la mujer ha sido importantísima en la historia de la sevdalinka, ¿No crees?

– ¡Absolutamente! Si lees sobre la historia de la sevdalinka, a veces puedes encontrar que la sevdalinka fue, al principio, una canción de amor femenina interpretada en los jardines de las casas musulmanas nobles, detrás de los altos muros. Me encantan las canciones de anhelo de las chicas, etc… De todos modos, tenemos sevdalinkas «femeninas» y «masculinas».

– No obstante, a lo largo de la historia no hubo muchas instrumentistas. Tal vez fue una excepción Radojka Živković. ¿Por qué crees que no ha habido más mujeres instrumentistas?

– Fue una instrumentista grande y única, y, sin duda, dejó su huella. Es serbia, pero también podía tocar muy bien Sevdah. Sí, tenemos ese problema con las instrumentistas femeninas, pero creo que es más una cuestión de cultura. Me explico: en aquellos días, diría que incluso ahora, las niñas recibían una educación musical más clásica. El acordeón como instrumento típico de sevdalinka está más ligado a la música folclórica. Nunca figuró en el repertorio de las escuelas musicales. Y tenemos un factor muy importante en la cultura balcánica: ¡es kafana! La mayoría de los músicos adquirieron conocimientos, experiencia y aprendizaje en las kafanas, a partir de sus colegas más mayores. Y eso significa que tienes que pagar un precio bastante alto: tienes que tocar durante horas, tocas todo tipo de canción, a veces te sientes intimidado por la audiencia: nuestras famosas baksis (propinas) si tocas música a petición del oyente, etc.

No puedes convertirte en un gran músico balcánico simplemente tocando en casa melodías específicas. Tienes que salir del entorno seguro de tu hogar y zambullirte en el mar con los verdaderos tiburones de la música. Es cuando aprendes a tocar de verdad. Es duro. Y no es justo para ellas porque puedo imaginarme cómo de complicado para las jóvenes músicas puede ser adaptarse a este tipo de actuación. Probablemente esa sea la razón por la que no tenemos suficientes instrumentistas femeninas. No es fácil para ellas aceptar este tipo de vida y la “educación de kafana”. Espero que esto cambie en el futuro porque estamos necesitados de grandes talentos. ¡Las damas tienen que hacerse ver con su música! En este momento, mientras escribo la respuesta a esta pregunta, se me cruza una idea por la cabeza. ¡Sería genial formar una banda femenina de Sevdah! Quién sabe: tal vez acaba de nacer un nuevo proyecto.

– Muchas sevdalinkas nos hablaban de una sociedad patriarcal e, incluso, retrataban algunos tipos de opresión contra la mujer, pero otras eran muy liberales y hablaban del amor libre y la emancipación…. de la necesidad de libertad. Sin duda, pese a lo que puedan pensar algunos, este es un género muy avanzado a su tiempo en cuanto textos, ¿no crees?

– ¡Sin duda! A veces me sorprenden sus letras y mensajes. El erotismo oculto es muy frecuente, como en la famosa Mostarski dućani o Razbolje se lijepa Hajrija

– Algunas canciones han sido grabadas en varias ocasiones por MSR. ¿Cómo afrontas lo de arreglar un tema con el que ya has trabajado, para darle un nuevo rumbo?

– ¡Eso es lo más complicado de todo! Grabamos muchas canciones, pero estas cobran vida solo en los conciertos y en ellos se van produciendo algunas adaptaciones en los arreglos. A veces, por necesidad, tuvimos que grabar nuevas versiones de canciones ya registradas. Pero, luego, depende del concepto de la nueva grabación cómo vamos a arreglar la vieja. Entonces, de repente, la vieja canción se convierte en la nueva canción para nosotros.

Foto: Snail Records

– La última vez que charlamos me comentabas que el Sevdah estaba más vivo que nunca. Personalmente, creo que, ahora, lo está todavía más. ¿Estás de acuerdo? ¿Podemos hablar de una nueva edad de oro del Sevdah?

– Me alegro de poder estar de acuerdo contigo. El Sevdah está floreciendo y florecerá aún más. Creo que más y más artistas vendrán a experimentar con él, y lo llevarán a todo tipo de direcciones. Solo tienen que intentar seguir adelante con sus propias ideas. La juventud es el futuro. Es importante que en Bosnia-Herzegovina todavía tengamos artistas tradicionales y otros que estén dispuestos a experimentar con el Sevdah. Ambos son muy importantes. Necesitamos mantener la tradición, pero también explorarla en otros niveles.

– Sé que eres una persona modesta, pero, qué importante ha sido MSR a la hora de rejuvenecer y difundir el arte de la sevdalinka. ¿No crees?

– Solo espero que obtengamos alguna recompensa por eso algún día. No estoy seguro de que obtengamos suficientes recompensas en nuestra patria. Nadie me cree cuando le digo que nunca hemos conseguido  patrocinador o alguna ayuda para grabar nuestros discos, o para ir de gira, etc… Pero, al final, eso no importa. Es difícil hablar de logros, pero esta historia tiene que terminar con el reconocimiento por parte de la UNESCO de la sevdalinka como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Espero que nuestro Ministerio de Cultura o quien tenga el poder a nivel estatal se encargue de hacer esa solicitud. Necesitamos que algunos de nuestros profesionales, como musicólogos, etnomusicólogos, compositores, etc… se activen y pongan al Sevdah/sevdalinka donde le corresponde.

– Afortunadamente, cada día hay más artistas que se atreven a componer nuevas sevdalinkas, sevdalinkas del siglo XXI. Tal vez el más activo al respecto sea Damir Imamović. ¿Es posible que se consolide una generación que, además de interpretar, también cree sevdalinkas originales de calidad, de manera cotidiana?

– Es una tarea difícil. ¿Cómo definir una buena sevdalinka? He recibido muchas canciones bonitas en mi bandeja de entrada, de diferentes autores, la mayoría sin música. Pero, es casi imposible escribir algo nuevo. Quiero decir, no es imposible escribir y componer algo, sino hacer que esa sevdalinka viva. Viva con la gente. Sea una canción popular. Cuando una canción se vuelve más popular que el escritor o el compositor, se convierte en una buena sevdalinka. Tenemos cientos de sevdalinkas ocultas, que necesitan una vida, ser expuestas… No sé. Es una pregunta difícil: ¿Cómo crear una sevdalinka de calidad? Creo que necesitaríamos un festival, una competición musical. Pero seria y con un premio serio. Solo algo así podría aportar algo de calidad. Estamos en una zona en la que todo camina por el borde de lo kitsch/mal gusto y el arte sofisticado.

– Cuando giráis por el mundo, ¿seguís teniendo la necesidad de explicar que la música balcánica es tan variada, o el público, los managers y festivales ya lo tienen claro?

– Lamentablemente, sí, pero cada vez menos. Ahora será más fácil con Lady sings the Balkan Blues. ¡Jajajaja!

– Para finalizar, por favor, háblame de tus proyectos y de los proyectos de MSR.

– Estoy desarrollando el papel de mentor en MOST music para algunos nuevos talentos balcánicos como Agona Shporta (Kosovo), la bandas Kalata y Baklava (ambas de Macedonia), Rona Nishliu (Kosovo/Albania) … Estoy tratando de ayudarlas a ponerse en el mapa de la World Music. Se trata de nuevos artistas realmente talentosos, y estoy muy orgulloso de ser parte de su desarrollo.

Con respecto a MSR, ahora mismo estamos ocupados con la promoción del nuevo álbum y la temporada de festivales. Hay algunos proyectos en mi mente para la banda. Uno es muy, muy complicado. Lleva, desde hace una década, en mi cabeza. Espero poder llevarlo adelante algún día. Para ese proyecto necesito mucho tiempo de estudio para producirlo. Pero centrémonos ahora en Lady sings the Balkan Blues.

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