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Damir Imamovic_photo by Edvin Kalic

Damir. Foto: Edvin Kalić

 

Damir Imamović: «Necesito alzar la voz siempre que pueda y siempre que sienta que me odiaría a mí mismo si permaneciera callado»

 

Uno de los artistas más renovadores del Sevdah estrena flamante disco, Singer of tales (Wrasse Records, 2020), de título inspirado en el mítico libro, de Albert Lord, sobre el legado de la poesía épica oral de los eslavos del sur. Acompañado de su compatriota Ivana Đurić, del norteamericano Greg Cohen (Tom Waits, David Byrne, Elvis Costello, Lou Reed) y del virtuoso turco del kemenche, Derya Türkan, Imamović prepara su definitivo despegue internacional a partir de un trabajo grabado en Berlín bajo la atenta mirada de los productores Joe Boyd y Andrea Goertler. En él, Oriente y Occidente se funden en un abrazo certero repleto de vericuetos insondables.

 

«La música es música, y una vez que comienzas a tocar nunca pensamos en nosotros mismos como ‘orientales’, ‘occidentales’, ni nada por el estilo»

«En la región nos gusta separar toda la obra poética y musical eslava del sur en géneros y tradiciones nacionales porque hemos cimentado un culto a las ‘pequeñas diferencias'»

«Ivana Đurić es una música brillante. Es mi alma gemela musical y espero trabajar con ella siempre que pueda en el futuro»

 

Por César Campoy.

-Desde el inicio de tu carrera te has movido entre dos mundos culturales y musicales que te han influido: el occidental y el oriental. Contar con Derya Türkan y Greg Cohen para esta nueva aventura es una prueba más de ello. Es como si cada uno de ellos tirara de un extremo de la cuerda, y tú estuvieras en medio, dando y recibiendo información. ¿Crees que es así?
-Esa es una imagen divertida, yo en medio de la cuerda. Creo que tanto Greg como Derya son músicos geniales. Siempre tratan de dar lo mejor para cada canción, y no «tirar de la cuerda» en su dirección si esta no lo requiere. Estoy muy agradecido y abrumado por su interés y dedicación con respecto al proyecto. La música es música, y una vez que comienzas a tocar nunca pensamos en nosotros mismos como «orientales», «occidentales», ni nada por el estilo. Este mundo de sonidos que se desarrolla a partir de nuestros instrumentos tiene que sonar coherente, al igual que el mundo en que vivimos es uno y común para todos nosotros. Tal vez es hora de que desafiemos esta división entre Este y Oeste.

-¿Qué esperabas que pudieran aportarte, y qué estás aprendiendo de estos grandes músicos?
-Creo que la elección de músicos ha sido lo más importante para la identidad musical de este proyecto. Greg, Ivana y Derya tienen voces individuales fuertes, y el hecho de unirlos fue el primer paso para «arreglar las canciones». Todos vienen de diferentes lugares, al igual que las canciones que tocamos. Esperaba que el bajo de Greg pudiera aportar a las canciones interpretaciones interesantes de los ritmos tradicionales del Sevdah. Los fraseos de Derya e Ivana podrían desbloquear algunos nuevos potenciales que pudieran tener las melodías. Creo que mis esperanzas se hicieron realidad.

-¿Se han adaptado con facilidad a tu proyecto? ¿Entre ellos todo fluyó con naturalidad?
-Si. Todo fue rápido. Los tres son artistas extremadamente competentes. Atesoran tanto tiempo de estudio en su trayectoria, que bastaría para varias carreras. Todo salió a la perfección.

-Me gustaría que habláramos, también, del papel que Ivana Đurić viene jugando, desde hace varios años, en tu carrera. La comunión entre vosotros parece absoluta.
Ivana es una música brillante. Asumió ese estilo tradicional de violín de Sevdah, y está consiguiendo llevarlo a otro nivel. Es mi alma gemela musical y espero trabajar con ella siempre que pueda en el futuro.

-El concierto de septiembre de 2018, en el cual celebras tu 40 cumpleaños, os reúne por primera vez, a los cuatro en un escenario, oficialmente. En aquel momento, ¿ya estaba claro que ibais a grabar, o todo surge a partir de aquella mágica noche en vivo?
-En ese momento ya sabíamos que íbamos a grabar un disco y a hacer una gira juntos. Pero quería que compartiéramos un escenario antes de todo eso. Nada une más a una banda como compartir un escenario. Y la celebración de mi 40 cumpleaños fue la gran oportunidad para hacerlo.

-Joe Boyd, Andrea Goertler y tú sois amigos desde hace unos años. ¿Tenías claro que ellos debían encargarse de la producción de este disco?
-Habíamos hablado de hacer algo juntos. A la idea de Singer of tales le estuve dando vueltas en mi cabeza durante algún tiempo, y todos sentimos que sería una importante declaración de intenciones. Joe y Andrea trabajan en cada uno de sus proyectos como si se tratara de una grabación clásica. Aprendí de ellos que esa es la única forma de crear un disco.

Damir feat Greg Cohen, Derya Turkan & Ivana Djuric_photo by Samir CK - mediun

Celebrando el 40 aniversario de Damir. Foto: Samir CK

-¿Qué han aportado a Singer of tales?
-Resulta complicado desentrañar todo su trabajo. Desde Dvojka, el disco en el que trabajé con el brillante Chris Eckman, empecé a aprender lo que suponía colaborar con un productor. Cuando tocas, te encuentras en un estado mental diferente, y necesitas a alguien que vigile la fotografía completa, mientras tú trabajas en los detalles de esa interpretación. Es similar a la relación entre un actor y un director. Joe y Andrea son un maravilloso y encantador dúo de poder.

-Y, ¿cuál ha sido el papel jugado a los mandos por Jerry Boys?
-Nunca en mi vida había conocido a una persona tan meticulosa como Jerry. Una vez que decidimos grabar en Berlín, nos encontramos allí y visitamos cinco o seis estudios diferentes para elegir el definitivo. Me ha enseñado lo importante que es la sala para el proceso de grabación. Es como si siempre estuviera preparado para grabar, no instrumentos, sino actuaciones. Entraba al estudio y hacía sonar sus palmas por toda la habitación tratando de imaginarnos mientras tocábamos allí. Solo si le gustaba lo que escuchaba, comenzaba a preguntar sobre micrófonos y otros detalles técnicos.

Singer of tales se ha grabado, en vivo, en cuatro días, como comentabas, en los Tritonus Studio de Berlín. Es difícil entender que este disco no se registrara en vivo, ¿no?
-Por supuesto. Siempre he grabado todos mis álbumes con toda la banda tocando y yo cantando al mismo tiempo. Solo suelo añadir alguna pista adicional si es necesario para solucionar un problema técnico, y solo parcialmente.

-Tu anterior trabajo, Dvojka (junto a Sevdah Takht), ya había sido publicado por un sello internacional, Glitterbeat. ¿Cómo se produce tu contacto con Wrasse Records, y qué es lo que te ofrecen?
-En realidad fue bastante rápido. Después de que comenzamos a mover el álbum por diferentes sellos, Ian [Ashbridge], de Wrasse, se apuntó de inmediato. Le encantó el disco y vio mucho potencial. Fue muy alentador para nosotros, y decidimos que era el sello adecuado para esta aventura.

-Evidentemente, el título de este disco es una declaración de intenciones, a partir del libro de Albert Lord, The singer of tales, obra capital para entender, entre otras cosas, la tradición oral de la zona. ¿Cómo influyó en ti la lectura de este volumen a la hora de seguir tu camino creativo y artístico?
-A veces, la magia proviene de la estructura formal de la música o la poesía, y no solo del contenido o del tema sobre el que estamos cantando. La investigación de la cultura tradicional de los eslavos del sur siempre estuvo dominada por el análisis de contenido y el valor verdadero de las viejas canciones para los procesos de construcción nacional. Aparte de algunas voces solitarias en la esfera regional, The singer of tales, de Albert Lord, fue la primera gran investigación que trató de comprender el funcionamiento formal de la poesía oral. Puede sonar seco y poco inspirador, pero cualquier artista sabe que la forma es la reina del proceso artístico. Puede abrir puertas a nuevas creaciones e inspirar un renacimiento de la tradición. También puede ayudarnos a entender por qué el hecho de contar historias ha cambiado tanto desde la época de los grandes relatos épicos orales del pasado, pero, también, qué sigue permaneciendo inalterable. Por eso este pequeño libro es tan importante.

-Durante muchos años, la música de la región atrajo la atención de músicos y expertos tan importantes como el propio Lord y Milman Parry, Ludvík Kuba, Béla Bartók…; todos ellos extranjeros. ¿Qué les resultaba tan enigmático y misterioso? ¿Qué buscaban con tanta hambre e insistencia?
-El interés mostrado desde «fuera» hacia esta tradición me ayudó a apreciar toda la obra poética y musical eslava del sur como un continuo. A nosotros, en la región, nos gusta separarlo todo en géneros y tradiciones nacionales porque hemos cimentado un culto a las «pequeñas diferencias». Desde el punto de vista de aquellos extranjeros, diferentes personas asumieron la investigación de esta tradición por diferentes razones. Algunos de ellos eran políticos (Kuba); algunos, intelectuales (Parry y Lord), otros lo asumieron como parte de su propio proceso de investigación creativa (Bartók). Dondequiera que aparezcan las historias, habrá gente interesada en ellas.

Damir 2 by Edvin Kalic - medium

Concentración. Foto: Edvin Kalić

-Hablemos de la selección de canciones de este disco. Dos de ellas (U Stambolu, na Bosforu y Kafu mi, draga, ispeci) son dos de las sevdalinkas más populares de todos los tiempos. ¿Por qué elegiste estas piezas tan conocidas? No sueles hacerlo.
-Bueno. El álbum está estructurado como una presentación de la tradición de lo Sevdah y mi trabajo con el género. Por eso, el disco ha tenido que abarcar cepas muy diferentes dentro de esta tradición. Por supuesto, una gran parte del Sevdah tiene que ver con su atractivo popular, conseguido a través de algunos de los «grandes éxitos» del pasado. No suelo hacer esto a menudo, pero también quería contar esa parte de la historia. Toqué Kafu mi, draga, ispeci en conciertos, durante algún tiempo, y este U Stambolu, na Bosforu está inspirado en una versión en vivo hecha por Himzo [Polovina].

-La historia de O bosanske gore snježne es sobrecogedora, porque surge a partir de tu encuentro con Omer Ombašić, un bosnio que tuvo que huir durante la guerra, y que vive en Suecia. Él te entregó una letra, y tú le pusiste una música llena de melancolía y rabia. ¿Fue muy complicado idear esos sonidos?
-En realidad, fue su hija quien me escribió y me habló sobre la poesía y las canciones tradicionales que Omer aprendió de su madre y su abuela; canciones que quería compartir conmigo. Recibo muchos textos y no suelen surgir muchas cosas interesantes de ellos. Pero esta vez sentí que estaba tratando con un artista auténtico que se movía en un lenguaje muy antiguo. Nos conocimos en Sarajevo, y recitó y cantó algunas de las canciones para mí. Sentí que O bosanske gore snježne no era una melodía tradicional nada más escucharla. Es una canción poderosísima sobre el anhelo del hogar, uno de los temas más antiguos abordados por el Sevdah.

-Con Poljem se vija, Hajdar-delija, como con otras canciones de este disco, conseguís crear una ambientación perfecta que hace que el oyente pueda imaginarse los escenarios y los hechos narrados. ¿Buscasteis la inspiración en interpretaciones como las de Himzo Polovina, Božidar Ivanišević o la rama montenegrina de Branka Šćepanović, o comenzasteis desde cero?
-La influencia de Himzo Polovina es, probablemente, la más fuerte. Pero, a veces, aquellos viejos arreglos de la era dorada del Sevdah radiofónico (desde 1945 hasta los 80), carecían del elemento individualista. Se recubría todo con el mismo sonido, y creo que, pese a lo importantes y hermosos que alguna vez fueron, tanto los músicos como el público, de alguna manera, acababan cansándose de ellos. Por eso, siempre trato de encontrar nuevas formas de contar las historias musicalmente. Cuando Greg comenzó a improvisar, en torno al ritmo de la canción, sentí que la línea de bajo que se le había ocurrido encajaba perfectamente con esa historia. Tenía que ser lenta y seca, pero poderosa.

-Hablemos de Sunce tone, con texto de Aleksa Šantić, que Himzo Polovina grabó como Laku noć hace muchas décadas. Ese ritmo de vals añade un componente extra de tragedia y dolor, y también podemos encontrarlo en otras piezas como Što te nema (Hasanagin Sevdah) (también con letra de Šantić) o Voljelo se dvoje mladih (Žute dunje). ¿Podríamos hablar de un subgénero dentro del género del Sevdah?
-Muchas veces, los ritmos de 3/4, en el Sevdah, se acentúan como si se tratara de valses (una reminiscencia del dominio austriaco de Bosnia desde finales del siglo XIX hasta la I Guerra Mundial). Experimenté con otros tipos de 3/4, con otros acentos, en mis discos anteriores. Al escuchar tocadores de saz y otros músicos de tradición un poco más antigua, sentí que algunos de esos 3/4 en realidad provenían del Este y no siempre tenían ese acento de vals. Pero en Sunce tone decidí rendir homenaje a esa tendencia muy popular de transformar en vals algunos temas, porque también estamos hablando de una influencia, históricamente, importante para el Sevdah.

-Hace tiempo que tus discos incluyen canciones compuestas por ti. Este también, pero, con Kad bi ovo bio kraj, lo que haces es recuperar una bella canción que creaste para el montaje teatral Kad bi ovo bio film. ¿Era el momento perfecto para grabarla con Derya?
-Sí. Ese ritmo aksak semai (10/8) [una estructura rítmica de tradición otomana] es algo que aprendí de Derya hace mucho tiempo. Mientras jugaba con él, escribí la melodía para una obra del Teatro Nacional de Sarajevo. Siempre quise probarlo con Derya. Me encanta la versión que hemos construido.

Adio, kerida es otro acto de justicia que, además, descubre a Ivana cantando. Qué importante ha sido Sarajevo para la comunidad sefardí, y qué importante la comunidad sefardí para entender la música tradicional bosnia, ¿no crees?
-La comunidad judía en Sarajevo dejó una influencia indeleble en la cultura de la ciudad. Incluso después del Holocausto, esas huellas permanecen. Creo que necesitamos investigar mucho más sobre las influencias musicales entre la comunidad judía de la capital y los estilos musicales populares. Los judíos fueron actores importantes de la vida pública desde la época otomana. Cantantes judíos, en las primeras grabaciones de Sarajevo en 1907 y 1908, interpretaban, no solo canciones en ladino, sino también sevdalinkas y otros repertorios populares. Por lo que respecta a la contribución de la voz de Ivana, fue idea de Andrea y Joe. Tengo que admitir que hacer cantar a la tímida Ivana es algo que está más allá de mi poder de persuasión. Pero ellos lo consiguieron y todos acabamos enamorados de la experiencia.

-Incorporas una estrofa que no suele aparecer en la mayoría de interpretaciones y que dice: «Espera, en tu escalera, tu vida entera, ma yo no vo vinir«. Creo que es Eliezer Papo quien te descubrió estos versos. ¿De dónde provienen?
Eliezer me contó la historia de que este último verso (cantado en una repetición del coro al final) fue escrito por alguien de Sarajevo. En la comunidad judía, se canta como parte integral de la canción. No pude encontrar una mejor manera de integrar la parte judía de la historia del Sevdah en este disco. Además, temáticamente, cuando comparas O bosanske gore snježne con Adio, kerida, te das cuenta de que va sobre lo mismo. Los judíos sefardíes anhelaban España de la misma manera que muchos bosnios anhelan Bosnia: un país que aman intensamente, pero un país del que fueron expulsados, lo que les obligó a buscar refugio en otro lugar. Eso creó una relación de amor-odio que es complicada, pero tan intrínseca a la experiencia de muchos. Así pues, del mismo modo, los judíos cantan sobre España: como de un amante al que amaban, pero que los rechazó.

-En Salko se vija, me gustaría que nos hablaras, sobre todo, de esas transiciones instrumentales, y de cómo Derya e Ivana (que demuestra sus grandes recursos) van combinando y dialogando con sus instrumentos.
-Dependiendo de la canción, tenía unos arreglos más o menos estrictos. Pero no los tenía sobre la manera en que sus dos instrumentos pudieran o debían fusionarse. Temía restringir su libertad. La primera vez que nos sentamos a tocar, escuché atentamente esa relación, tratando de detectar algún problema en el cual tuviéramos que trabajar. Pero los problemas que aparecieron fueron cero. Derya e Ivana trataron las mismas melodías, cada uno desde su propia perspectiva estilística, y el sonido general surgió de su forma de tocar lo mismo (a veces a partir de dos voces) pero de diferentes maneras. Cosas muy diferentes pueden discurrir unidas si sabes cómo hacerlo.

-En tus discos también es habitual encontrar canciones no muy populares y conocidas. En este caso, el ejemplo es Puhni tihi vjetre, que creo que tiene un importante valor sentimental para ti. Háblanos de esta composición y esa interpretación, casi desnuda.
-La voz se muestra tan solitaria porque pensé que esta canción merecía una interpretación solitaria, austera o, como dices, desnuda. A veces no hace falta mucho más. Es una sensación que te dice qué puede funcionar y qué no. Además, todos sentimos que necesitábamos una canción en la que pudiera mostrarse todo el poderío del bajo de Greg.

Gdje si dragi también es una canción importante en tu carrera, que ya grabaste, como trío, en uno de los discos más importantes del Sevdah moderno, Abrašević live. Aquí has preferido mantener aquel espíritu, e interpretarla a dúo con Ivana. ¿Cuál es la razón?
-Me encanta cómo toca Ivana ese «vorspiel» o intermezzo melódico que escribí para Abrašević live. Además, en la estructura del disco, quería que hubiera una «poravna» (o también llamadas piezas «planas»). En el repertorio Sevdah, esas canciones son muy importantes.

-El disco se cierra con otra composición tuya, Covjeku moje zemlje, un canto a la esperanza y al deseo de que los ciudadanos de tu país despierten y luchen por un futuro mejor. ¿Cómo nació esa canción?
-Tenía una melodía desde hace mucho tiempo, pero solo partes sueltas de la letra, y la terminé durante el proceso de grabación en Berlín. Aunque creo en la preparación previa, a veces, esa adrenalina que supone terminar las cosas en el estudio, o probar cosas que no planeaste, suele ser muy fructífera.

Damir Imamovic_photo 2 by Samir CK

En vivo. Foto: Samir CK

-Siempre has sido una cara visible de la sociedad civil de tu país en actos reivindicativos que pedían una Bosnia-Herzegovina más plural y moderna. ¿Eres optimista?
-El optimismo y el pesimismo no tienen nada que ver con esto. No es una cuestión de viabilidad, sino de principios. Actuaría de la misma manera incluso si fuera pesimista. No tenemos más remedio que luchar contra la estrechez mental. En diferentes países esta aparece disfrazada de motivos diferentes en el espectro político: nacionalismo, imperialismo, fascismo, xenofobia, homofobia… No creo que yo haga nada especial. Tan solo necesito alzar la voz siempre que pueda y siempre que sienta que me odiaría a mí mismo si permaneciera callado.

-Posiblemente estemos hablando de tu disco con más posibilidades de proyección internacional. ¿Estás de acuerdo?
-Eso espero. Por los comentarios que he recibido hasta ahora, personas de todo el mundo están reaccionando muy bien. Espero que sea un paso significativo para mí.

-Has actuado en varios países del mundo, pero ahora se están abriendo nuevas e importantes puertas en Europa, como la británica. ¿Es momento de centrar tus objetivos en esa internacionalización?
-Desde que comencé a actuar, siempre toqué, esporádicamente, en escenarios internacionales. Pero, a partir de Dvojka, empecé a tomármelo más en serio. Espero poder hacer música que signifique algo para las personas, independientemente de su procedencia. Después de un concierto en León, México, hace un par de años, un chico se me acercó y me dijo: «No tengo ni idea de dónde eres, y no hablo el idioma en el que cantas. Pero lo entendí todo». Es uno de los cumplidos más bellos que he recibido. La invitación de Barbican para tocar en Londres, en mayo, y otras muchas interesantes peticiones para actuar que he recibido para este año, muestran que algo está sucediendo. Veremos.

-¿Tu colaboración con Derya y Greg finaliza con la promoción y difusión de Singer of tales, o hay previstas otras futuras grabaciones?
-Tenemos una larga gira por delante. Vamos a tocar en Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Bélgica, los Países Bajos y muchos otros lugares, a partir de abril de 2020. Estoy impaciente por infundir esta música con la energía que proporciona el directo. Después de eso, ya veremos.

-¿Cómo imaginas al Damir del futuro: en solitario, con Ivana, con Sevdah Takht, con diferentes invitados…?
-Seguiré tocando a partir de diferentes formaciones. Actuar en solitario es algo que atesoro de vez en cuando. Sevdah Takht es una banda con la que, seguramente, volveré a trabajar pronto. Incluso tengo planes para un nuevo álbum. Pero, primero, el Cantor de cuentos.

 

Discografía:

Damir Imamović Trio: Svira Standarde/Plays standards (Buybook, 2006)

Damir Imamović Trio: Abrašević live (Autoeditado, 2008)

Solo: Damir Imamović (Gramofon, 2010)

Solo: Svrzina Kuća (iTM, 2011)

Damir Imamović Sevdah Takht: Sevdah Takht (iTM, 2012)

Damir Imamović Sevdah Takht: Dvojka (Glitterbeat Records, 2016)

Con Ivana Đurić, Greg Cohen y Derya Türkan: Singer of tales (Wrasse Records, 2020)

 

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