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Por César Campoy.

Como ustedes comprenderán, a estas alturas de la película no vamos a descubrir quién fue y qué supuso para el universo Sevdah el reputadísimo Zaim Imamović. Compositor, instrumentista y, sobre todo, intérprete, el primero de una estirpe de conocidos artistas ocupa un lugar privilegiado en el olimpo del género. Y, en esta ocasión, retorna a Sevdalinkas con una pieza tradicional, de ésas cuya autoría se pierde siglos atrás: Što li mi se, Radobolja muti.

Zaim, una buena persona

Zaim, una buena persona

Como en muchos otros casos, se da la circunstancia de que esta reconfortante composición nunca fue editada oficialmente en vinilo alguno. Sucedía en la época dorada del Sevdah, a partir de mediados del siglo XX, que muchas grabaciones se realizaban para ser radiadas por la única emisora oficial, Radio Sarajevo. De esta manera, su único destino físico eran las estanterías de los archivos del ente público. La dulce recreación del Što li mi se, Radobolja muti que realiza Zaim podemos situarla en el año 1965. Eso sí, no se trata de la única grabación disponible de este tema registrada por el gran Imamović. Existe otra, muy parecida, aunque con ligeras modificaciones instrumentales. Si bien en la que nos interesa es el acordeón el instrumento que prevalece sobre los elementos de cuerda, en la otra versión, un tanto más luminosa dentro del risueño espíritu de esta composición, es el universo de la tamburica el que parece tener un mayor protagonismo.

Con toda probabilidad, ambas grabaciones fueron hechas, prácticamente, seguidas, y, según apunta el propio Damir Imamović, bajo el amparo de la Tamburaško Orkestar de Radio Sarajevo, así como del acordeón de otro viejo conocido de Sevdalinkas, el inmenso Ismet Alajbegović Šerbo. Ambas versiones tuvieron sus propios vídeo-clips, también, prácticamente idénticos, aunque con pequeñas modificaciones. Como solía ocurrir en estos casos, el cantante pasea y posa ante idílicos y reconfortantes paisajes de aquella variopinta Yugoslavia, repleta de riachuelos y naturaleza salvaje.

Clip promocional con río de fondo

Clip promocional con río de fondo

El Radobolja es un río de la Herzegovina bosnia. Nace en las colinas próximas a Mostar, y acaba desembocando en el Neretva, muy cerca del Stari Most (el puente viejo, vamos). En la época de dominio otomano, regaba buena parte de los campos de la zona. Ese es el marco en el que se desarrollan los clips que protagoniza Zaim, y ese es el protagonista de un tema cuyo título vendría a ser algo así como ¿Por qué está el (río) Radobolja tan turbulento? La letra de esta canción, que casi llega a los cuatro minutos de duración, es realmente corta. Eso sí, es alargada en su interpretación merced a las conocidas y mágicas técnicas de respiración empleadas por las grandes leyendas del género. Según el resto del texto, es posible que esas aguas bajaran revueltas porque la amada del narrador andaba un tanto enojada.

En cuanto a la interpretación que nos ocupa, sería injusto no destacar la fiabilidad y buen tino con que se fusionan voz e instrumentación para dotar de esa quietud y serenidad necesarias que la composición requiere. Una atrayente y agridulcemente placentera introducción a base de acordeón sobre base de pulso y púa da paso a la siempre digna presencia vocal de Zaim, que entra sin prisas, sosegado, plácido y entero, para modular una melodía mientras el propio acordeón imita las notas cantadas. Entre estofa y estrofa, son los trinos surgidos de los instrumentos de plectro los que pizpiretos dan tiempo a Imamović para recuperarse, y así poder afrontar un nuevo verso. Como hemos apuntado, el lector podrá apreciar el complicado y trabajadísimo ejercicio de respiración y modulación que se marca nuestro protagonista, tan sólo al alcance de unos pocos privilegiados.

El Radobolja, tranquilo

Otra figura inmensa de la sevdalinka, la grandiosa Zehra Dehović, también quiso probar suerte con este Što li mi se, Radobolja muti. Lo hizo con resultados, como era de prever, tremendamente efectivos. En este caso, es el espíritu instrumental de la tamburica la que arropa, omnipresente, la contundente pero modulada voz de una Dehović que poco tiene que envidiar, por cierto, a las diversas interpretaciones que el popularísimo Safet Isović afrontó del tema que nos ocupa. Al menos, nosotros tenemos contabilizadas un par: Una en 1960, y otra a mediados de los 70, en compañía de otro tótem del género, el genio del acordeón Jovica Petković.

Mucho más recientemente, fueron las siempre atentas gentes de Mostar Sevdah Reunion las encargadas de recuperar esta canción en su disco A secret gate. Austera, alejada de las rimbombantes y festivas adaptaciones que el combo mostarense se suele marcar a la hora de afrontar muchos de los sones del folclore balcánico, su visión del Što li mi se, Radobolja muti huele a respeto.

Dos discos, un mismo contenido

Dos discos, un mismo contenido

No obstante, la mágica historia de este tema no finaliza aquí, ya que otro de los datos que convierten a esta bella composición en especial lo encontramos en el hecho de que no sólo fue interpretada y grabada por Zaim sino, también, por el resto de los artistas de la saga Imamović, es decir, su hijo Nedžad y su nieto Damir. El primero lo hizo en torno a 1970 o 1971. Como sucedió con el patriarca de esta familia de difusores del Sevdah, su versión también fue registrada para los archivos de Radio Sarajevo, por lo que, en su época, no vio la luz en formato vinilo. El segundo, por su parte, tuvo la oportunidad de enfrentarse a tan bella composición a mediados de la primera década del siglo XXI. Lo hizo junto al popular guitarrista macedonio Vlatko Stefanovski, líder de Leb i Sol, una de las bandas más reputadas de Yugoslavia, y después, aclamado compositor e intérprete en solitario. En 2006 fue editada una compilación titulada Bentbaša – Bosnian Love Song, en la cual grandes figuras de la música balcánica, de ayer y hoy, fusionaban sus espíritus para revisitar (en ocasiones, de manera demasiado personal) algunas de las piezas más recomendables del universo Sevdah. El largo y sentidísimo homenaje de Damir y Vlatko tal vez sería perfecto si Stefanovski no hubiera tirado tanto de efectos. No obstante, la recreación que efectúan ambos es más que sentida. Un año más tarde, el sello Piranha reeditó esta grabación bajo el nombre de Sevdalinka: Sarajevo Love Songs. Por cierto, el propio Damir también ha recuperado este Što li mi se, Radobolja muti en alguno de sus conciertos, sin duda, en recuerdo de su abuelo. Se da la circunstancia, además, de que se trata de la primera sevdalinka que Damir grabó en un estudio. Pese a que su fecha de publicación es ligeramente posterior a su debut oficial (el Svira Standarde a partir del proyecto Damir Imamović Trio) fue este Što li mi se, Radobolja muti el que marcó el inicio de una carrera fructífera y mágica. En definitiva, una creación única.

Hvala lijepo: Damir Imamović.

2 pensamientos en “Što li mi se, Radobolja muti – Zaim Imamović

  1. César, mil gracias por tu continuado esfuerzo en difundir el arte de la sevdalinka; cada vez que entro en tu blog siento una especial emoción. Conozco a todos los intérpretes, tengo vinilos y compactos de todos (o casi todos), por motivos de trabajo no puedo dedicarles el tiempo que quisiera, pero ya llegará el momento. Muchísimas gracias, y sigue así.

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