Alma Subašić: «Construir tu propio estilo en todo es, con diferencia, lo más importante»
La artista de Konjic publica Sevdah del Alma, un precioso disco repleto de elegancia y clasicismo, en el cual ha contado con la participación de magníficos músicos, entre los cuales se encuentran
Damir Galijašević y Zanin Berbić, piezas indiscutibles, junto a ella, de Fondacija SEVDAH, una institución centrada en la encomiable labor de recuperar y divulgar el bello arte de la sevdalinka. Con su nueva grabación, Alma Subašić rinde homenaje a grandes del género y, en especial, a la inolvidable Emina Zečaj. Además, la cantante se muestra radiante a partir de unos registros vocales excelentes, y da un paso de gigante en su camino de convertirse en una verdadera Dama de la canción tradicional de Bosnia-Herzegovina.
«Todo es natural y sincero y no hay ninguna intención de modernizar a la fuerza nada o mantenerlo tradicional a cualquier precio»
«Prefiero espacios más íntimos para las actuaciones, que me permitan una mejor conexión con el público y los músicos»
«Que la UNESCO declarara el Sevdah patrimonio inmaterial de la Humanidad sería algo grandioso para nuestro país»
Por César Campoy.
–La última vez que charlamos estabas preparando este disco, y hablábamos de la disyuntiva entre modernidad y tradición. ¿En qué medida crees que este trabajo combina ambas? ¿Cuál de los dos pesa más, y hasta qué punto ha sido algo premeditado o natural?
-Todo lo que tocamos y cantamos en ese momento en particular es un reflejo del estado actual de las cosas. Todo es natural y sincero y no hay ninguna intención de modernizar a la fuerza nada o mantenerlo tradicional a cualquier precio. Creo que esa es la única manera de crear algo propio, sin limitarte ni ponerte etiquetas. Este no es mi único y definitivo sonido. Creo que cada nuevo proyecto traerá algo nuevo.
–¿Ha sido muy complicado el proceso de selección de canciones para este Sevdah del Alma?
-Comenzamos con treinta canciones y acabamos eligiendo diez. Todas ellas corresponden principalmente a mi sensibilidad y a lo que quería cantar. No fue complicado, y nos divertimos mucho seleccionando los temas. Para mí era importante elegir algunos de los que ya no se escuchan en público. Por eso decidí intentar “revivirlas” de alguna manera.
–Al público español puede resultarle curioso el título del proyecto. Es un juego de palabras que, en nuestro idioma, tiene mucho sentido. ¿Por qué te decidiste por utilizar el español?
-Siempre me ha interesado el significado de mi nombre en español. Hace unos años dije en voz alta: «Sevdah from the soul» y pensé que, en realidad, era «Sevdah del alma» en español. Por supuesto, te agradezco, César, tu ayuda para elegir el nombre final, para que todo tuviera sentido.
–¿Ha sido difícil tratar de explicar ese juego de palabras a tu audiencia de la región?
-Nuestra gente en Bosnia, especialmente el público más joven, está familiarizada con el idioma español a través de los medios de comunicación, y la mayoría de ellos entendió inmediatamente la historia y el concepto del álbum y su nombre. La verdad es que la respuesta hasta ahora está siendo muy buena.
–En la mayoría de las canciones, los arreglos han corrido a cargo de Damir Galijašević, aunque imagino que habrás participado en el proceso. ¿Qué referentes, tanto de la era dorada del Sevdah, como de las últimas décadas tuvisteis en mente?
-El tiempo que pasamos juntos creando este sonido, lo hicimos respetando las melodías y el sonido de antes, pero a partir de nuestra propia experiencia con estas canciones. Me imaginé a mí misma en el escenario cantándolas, y el modo en el cual me gustaría que sonaran, qué sensibilidad debían tener. Además de los pasajes cantados, los de música solista también eran importantes para mí, así que inmediatamente le dije a Damir que quería tener interludios más largos en algunas canciones para que también pudiéramos disfrutar de la música. Me ha gustado, especialmente, la forma en que Damir creó las partes de música solista para Rosna livada, Poletjela dva goluba, Akšam geldi, Moj behare.
–Hagamos, si te parece, un recorrido por cada una de las canciones. Comenzamos con Poletjela dva goluba. No es un tema del que se conozcan muchas grabaciones y, exceptuando a Himzo Polovina, sobre todo ha sido frecuentada por mujeres, como Emina Zečaj o Beba Selimović. Además, se ha convertido en la tarjeta de presentación del disco, a partir de un videoclip y la participación del KUD Baščaršija. Háblame un poco de su elección y su gestación.
-Cuando hicimos el arreglo y lo grabé en el estudio, pude ver literalmente a las chicas bailando el kolo [Danza tradicional colectiva muy popular en el sureste de Europa, sobre todo, en Serbia], haciendo bordados, comunicándome con ellas y pasando el rato en nuestro escenario, como si nos estuviéramos preparando para el concierto. Quería que fueran las chicas de KUD Baščaršija porque siempre me ha sorprendido su trabajo y su manera de interpretar. Esta canción es realmente femenina, en esta versión tan melódica, y la interpretación de Emina Zečaj me pareció tan dulce que quise grabarla yo misma, porque rara vez se puede escuchar esa canción en ningún lado.
–En el otro extremo encontramos la magnífica Omere, prvo gledanje, que siempre nos transporta al universo de Himzo Polovina. Se trata de una canción muy reivindicada en los últimos tiempos, por gente como Zanin Berbić, Sukrija Trako, Božo Vrećo, y también una voz femenina, la de Anja Rikalo, con Mostar Sevdah Reunion. Con el propio Zanin habéis construido un ambiente íntimo magnífico. ¿Por qué decidiste, en este caso, viajar a la pureza que representa la combinación voz-saz?
-Sí, es todo lo contrario y fue intencional. Una manera más de mostrar todos los colores de este álbum. Siempre quise grabar sevdalinka con saz. Cuando escuché a Himzo Polovina, y también la interpretación de Zanin, se creó la armonía en mi cabeza, y también esa atmósfera íntima y casi mística. Esta canción es un grito del alma, que se puede sentir a través de su letra. Es por eso que quería que la parte visual fuera tan minimalista e íntima, para que el enfoque estuviera en nuestra interpretación y las emociones más sutiles, sin distracciones: solo voz y música.
–Moj behare es otro clásico indiscutible. Me llama la atención que el acompañamiento musical es muy sutil y elegante.
-Gracias por esos cumplidos. Mucha gente me ha dicho que sus arreglos son sus favoritos del disco. Al principio de la canción suena el acordeón de mi padre [Mirsad Subašić]. Como alguien de quien aprendí por primera vez esta pieza que cantamos juntos innumerables veces, quería que fuera parte de esta canción, porque el acordeón de mi padre definitivamente marcó mi camino. Después viene la orquesta, y finalmente el piano solo y luego la orquesta nuevamente. Tal como dices, sutil, elegante y reconfortante.
–Su final siempre me ha parecido, para el cantante, uno de los más difíciles de las sevdalinkas más populares. ¿Supone un reto complicado?
-El final de esta canción es, sin duda, exigente desde el punto de vista técnico, pero me gusta mucho cómo lo hemos hecho sonar. El texto es emotivo y también lo es la interpretación. Creo que cada vez que la interpreto, la canto de forma diferente, dependiendo del estado de ánimo, la atmósfera y otros factores.
–Rosna livada es un clásico de la polifonía típica balcánica. De hecho, existen versiones llevadas a cabo por músicos de casi todos los pueblos yugoslavos. ¿La elegiste pensando en ese componente de unificación, de conexión entre todos ellos?
-Esta canción nos une a todos y, donde sea que la cantemos, es reconocida. Sobre todo he escuchado la versión de Zora Dubljević. Me encanta. La verdad, nuestra revisión parece haber conquistado los corazones de los oyentes. Pronto lanzaremos un vídeo que también contará su historia.
–Fantástica, la frula de Neda Nikolić. ¿Cómo surgió su colaboración?
-Conocí a la maravillosa artista Neda el año pasado en un concierto en Belgrado, y enseguida acordamos que grabaríamos algo juntas. En ese momento, la canción ya estaba grabada, pero pensé que faltaba algo. Entonces me di cuenta de que la flauta de Neda era ese componente que echaba de menos. Ella grabó su parte en Belgrado y nos envió la grabación, así que la insertamos después y encajó perfectamente.
–Me gustaría aprovechar para preguntarte por el papel de Medina Turković, que te acompaña a los coros en varias de las canciones de este disco.
–Medina ha hecho coros en varias canciones. El color de su voz y su estilo, así como su técnica, sin duda, han contribuido a que esos temas acabaran sonando aún mejor y más completos.
–Akšam geldi es otra de las joyas del disco, a partir de una maravillosa interpretación, unos fantásticos arreglos y un final emocionante. Es otro clásico que bordó Emina Zečaj, aunque creo que en tu versión hay mucho de la de Himzo Polovina. ¿Estás de acuerdo?
-Sí. La canción está claramente inspirada en la revisión de Himzo. Su versión y la de Emina son maravillosas. Damirhizo un arreglo muy bonito e introdujo un ritmo ¾ que, de hecho, es un ritmo de saz, por lo que no es típico que esta canción tenga este tipo de ritmo. De alguna manera sentimos que esta es la energía que requiere esta pieza, por lo que el énfasis está en la voz, el violín y el clarinete.
–Mencionábamos a Emina, y en tu disco encontramos varias canciones que la gran Dama del Sevdah interpretó. ¿Es uno de tus referentes? ¿Qué es lo que más te maravilla de su estilo y filosofía?
–Emina Zečaj fue una artista increíble, y su conocimiento de tantas canciones resulta fascinante. Ella vivió el Sevdah realmente, con todo su ser. Así era, sin pretensiones. Por eso es tan auténtica y, por supuesto, es nuestra inspiración.
–¿Con qué voces femeninas del Sevdah te identificas más?
-Las voces de las mujeres le dan a la sevdalinka un anhelo y una belleza especiales, y nos hacen entender, hasta el final, todas las emociones más sutiles. Para mí, cada voz tiene su propia belleza y singularidad específicas. Lo compararía con la talla de madera, por ejemplo. Cada uno hace un mueble tallado en madera de manera diferente y cada uno hace adornos al menos un poco diferentes, cada uno tiene su propio color, estilo y experiencia. Lo mismo ocurre con los intérpretes. Cada uno es específico, especial y diferente a su manera. Por eso es tan difícil destacar a alguien. Construir tu propio estilo en todo es, con diferencia, lo más importante.

–En Kad puhnuše sabahzorski vjetrovi volvemos, de nuevo, a la esencia. Otra canción que grandes mujeres del género como la propia Emina y Amira han bordado. En esta ocasión, al saz de Zanin decidisteis sumarle el bello violín de Ivana Ðurić. ¿Qué fue lo que os llevó a contar con ese elemento del violín? ¿Qué crees que le aporta?
-Esta canción me generó una energía especial cuando la tocamos con el gran saz de Zanin, su coro y el emotivo violín de Ivana. Me pareció una combinación muy interesante y quería tener esa atmósfera en este tema. También elegimos la letra que rara vez se canta, con la diferencia en la última estrofa, que hace referencia a los vientos: “Se llevaron la nieve de las montañas, pero no pudieron sacar el dert (dolor) de mi corazón.”
–Otro de los puntos álgidos de este disco es Nit’ ja spavam, nit’ ja drijemam. Un tema netamente femenino, ya que ha sido interpretado por artistas como Nada Aleksić, Nada Mamula, Nadežda Cmiljić, Zekija Hodžić, Mirjana Bajraktarević, Milena Plavšić… La pregunta puede resultar evidente, pero ¿teníais claro que este disco debía tener un componente femenino claro, o no ha sido algo premeditado?
-La idea era hacer una canción en la que se combinaran el acordeón y la voz. Cuando Damir y yo estábamos eligiendo qué composición sería, elegimos esta porque a los dos nos encanta. El componente femenino no es tan intencional, sino que surge de manera natural. Simplemente refleja mi estado de ánimo, mis pensamientos y mis emociones actuales.
–En Nit’ ja spavam, nit’ ja drijemam, la interpretación de Damir Galijašević alcanza momentos magistrales. ¿Estamos ante el mejor acordeonista de las nuevas generaciones?
–Damir es un músico absolutamente talentoso y realmente ama la sevdalinka y toda esta parte de investigación y cada aspecto de esta canción tradicional. Creo sinceramente que su trabajo es valioso, y está llevando a cabo una gran contribución al trabajo etnomusicológico relacionado con la sevdalinka.
–Desnudáis Evo srcu mom radosti a partir de una interpretación, tan solo, a voz y piano (a cargo de Harun Subašić). ¿Qué criterios seguisteis para tomar esta decisión y utilizar el piano?
-Mi hermano y yo solemos tocar esta canción cuando estamos juntos. También es una de las ideas que tenía en mente desde hace mucho tiempo. Simplemente refleja el tiempo que pasamos juntos y el hecho de tocar canciones que requieren toda la capacidad emocional que uno tiene. Me encanta la forma en la que él siente la música y cómo toca el piano.
–Imagino que dependerá del momento y de la canción, pero ¿cómo sueles sentirte más cómoda: acompañada de varios instrumentos o tan solo de un violín, un piano o un saz?
-Depende mucho de la ocasión, pero también de la gente que toque esos instrumentos y de si tenemos buena conexión. Además, lo que juega un papel muy importante es el ambiente del concierto y lo que éste requiere. Prefiero espacios más íntimos para las actuaciones, que me permitan una mejor conexión con el público y los músicos, independientemente de lo que toquen.
–Pese a su condición de tema animado, la interpretación vocal de Anterija está repleta de dificultades. ¿Crees que, en ocasiones, cuando una canción es muy popular y conocida y, sobre todo, cuando tiene un componente festivo, mucha gente se olvida del mérito que puede suponer su interpretación?
-Este es el tipo de canción que incorpora muchas capas. Me encanta su carácter jovial, pero también el contraste entre sus momentos serios y emotivos. Creo que la gente aprecia esos momentos de rubato y, justo antes de que te den un aplauso, el ritmo continúa y, de repente, están muy entusiasmados. Es una verdadera joya musical.
–El disco se cierra con la bonita Oj, sevdahu, što si težak, triunfadora en Ilidža, en 1972, con acordeón de Ismet Alajbegović-Šerbo, e interpretada por Sabahudin Kurt. ¿Por qué la elegiste? Sin duda, es una canción con un estribillo emocionante que se convierte en un verdadero homenaje al género.
-Has respondido a la pregunta. Me enamoré del estribillo pegadizo y emocionante que es un verdadero tributo al género. Me vi cantando esta canción y se acabó convirtiendo en parte de mi álbum.
–Compuesta por Nadir Porobić e Irfan Ajanović, creo que es la sevdalinka más joven que interpretas en este disco. ¿Pensaste, antes de elegir las canciones definitivas, incorporar alguna otra pieza compuesta en los años sesenta o setenta o, incluso, más moderna?
-Seguramente sucederá en el futuro, y las publicaré cuando sea el momento adecuado.
–Hemos hablado de algunas de las personas que te han acompañado en la grabación de este disco. Hay otras que también participan en muchas de las canciones. Todas ellas son intérpretes magníficos que representan parte de lo mejor de las generaciones de músicos de este siglo XXI. Me gustaría que me dijeras que destacarías de ellos. En primer lugar, la excelente e insuperable violinista Ivana Ðurić.
–Ivana, una mujer increíble a la que adoro. Me encanta su personalidad y me encanta cómo toca y la cantidad de corazón que se deja cada vez que toca el violín.
–Admir Vatreš, al acordeón.
-Es un gran acordeonista. Me alegro de que sea él quien toque el acordeón en este álbum.
–Amar Češljar, además de ser parte de Sarajevo Jazz Guerrilla, es uno de los percusionistas más polifacéticos y ocupados de la región.
–Amar es absolutamente genial. Me siento honrada por el hecho de que sea él quien toque la percusión.
-Nenad Tešić, al piano, es una de las piezas indiscutibles de la orquesta de la BHRT.
–Nenad también es una gran incorporación. ¡Me encanta su habilidad con el piano!
–El clarinetista Ezher Helja, que atesora una experiencia increíble.
–Ezher tiene mucho talento y experiencia. ¡La vieja escuela en su máxima expresión!
–Al guitarrista Mujo Behmen muchos lo recordarán por haber formado parte de una de las escisiones de Mostar Sevdah Reunión, pero ha colaborado con decenas de grandes y conocidos artistas.
–Mujo es sin duda uno de los mejores en lo que a guitarra se refiere. Estoy muy feliz de tenerlo en este álbum.
–El bajista Kenan Imamović también es un músico muy versátil.
–Kenan es mi mayor descubrimiento. ¡Absolutamente talentoso y una gran persona!
–Dejo para el final, aunque ya hemos hablado de él, a Damir Galijašević que, en este disco, también se ha encargado de los arreglos. ¿Qué ha supuesto en la gestación de este trabajo?
–Damir ha sido un gran apoyo para mí, y un gran amigo en todo este proceso. Nos aseguramos de saber lo que queríamos lograr, y él escribió cada una de las partituras musicales necesarias. Eso representó mucho trabajo, pero al final estamos contentos con cómo ha quedado todo. También mencionaré al gran Adnan Mušanović, productor que hizo que nuestro sonido fuera exactamente como lo imaginamos. Estuvimos absolutamente felices de tenerlo con nosotros. También a Jasmin Ferović, productor ejecutivo que creyó en todo este proyecto hasta el final. Por último, pero no menos importante, mi familia y mi esposo son mi mayor apoyo, ya que nunca pierden la oportunidad de darme la energía que tanto necesito, y me permiten crear y llevar a cabo aquello que amo.

–Podemos consideraros a Damir, tú y Zanin como el corazón de la institución Fondacija SEVDAH, centrada en recuperar y difundir el arte de la sevdalinka. Las actividades de la fundación son muchas y muy continuas. ¿Cuál es el estado de salud de Fondacija SEVDAH? ¿Contáis con suficiente apoyo de la administración?
-Nos está yendo bien y cada año aprendemos algo nuevo. Creo que a veces superamos nuestros propios límites y esa es la única forma de crecer. Hoy en día, muchas cosas dependen de las habilidades de la mercadotecnia digital. Estamos en un continuo proceso de aprendizaje y reorganización. Sin embargo, la administración podría brindarnos más apoyo.
–A raíz de tu trabajo en la fundación viajas mucho, como Damir y Zanin. ¿Qué tipo de público se muestra interesado, hoy en día, por el Sevdah? ¿Encontramos más personas mayores, o también jóvenes?
-Es una mezcla. Veo a todas las generaciones. Sé que este género no es para todos los públicos porque no es el más comercial. Pero no tenemos ningún problema con eso. Aunque no tengamos una audiencia masiva, tendremos menos gente, pero será un público real que realmente ama y respeta lo que hacemos. El tiempo está de nuestro lado y esto apenas acaba de comenzar.
–Hablábamos de la juventud. ¿Crees que las nuevas generaciones sienten más predilección por lo que se ha dado en llamar el Nuevo Sevdah, o por la sevdalinka más clásica?
-Creo que se pueden encontrar a ambos. Hablo con jóvenes y algunos apuestan por el Nuevo Sevdah, pero otros se interesan más por el estilo clásico. Es difícil generalizar. Cada estilo tiene su público, solo que algunos pueden ser más numerosos y otros menos numerosos. Y eso está bien.
–Afortunadamente, da la sensación de que el Sevdah vuelve a vivir una época dorada, gracias a músicos e intérpretes que, en este siglo XXI, os habéis propuesto recuperar el género. Esa nueva generación, además, ha elegido caminos diferentes. De hecho, existen muchas corrientes filosóficas y estilísticas en ese Nuevo Sevdah, por ejemplo, más centradas en la experimentación o más proclives a lo tradicional. ¿Convivís todas esas corrientes sin ningún problema? Quiero decir: ¿Mantenéis el contacto y trabajáis colaboráis juntos?
-Creo que cada uno tiene su lugar en esta época que nos ha tocado vivir. Algunos son más modernos y otros más tradicionales, algunos más comerciales y otros menos comerciales, depende de la intención de cada uno con la música. Creo que cada estilo tiene sus valores y aporta algo al Sevdah y, por supuesto, coexisten sin problemas. En estos tiempos tan veloces y con vidas tan rápidas, no tenemos la oportunidad de trabajar mucho juntos. A través de la Fundación SEVDAH podemos tocar juntos y pasar tiempo juntos y es por eso que estoy agradecida a mi equipo. Nuestra tarea no es solo interpretar y hacer música. Investigamos, escribimos, hacemos trabajo de campo, grabamos algunas canciones desconocidas, hacemos conciertos en nombre de grandes cantantes, músicos y escritores de sevdalinka, hacemos exposiciones y desarrollamos el trabajo de etnomusicólogos.
–¿Eres optimista de cara a esa candidatura del Sevdah como patrimonio inmaterial de la UNESCO? ¿Es cierto que no cuenta con los apoyos suficientes o que la unidad de todos los agentes no es total?
-Tengo entendido que la iniciativa está en marcha. No estoy muy involucrada en el proceso, así que no estoy al tanto de los detalles. Eso sería algo grandioso para nuestro país y nuestro patrimonio inmaterial. Por supuesto, estas cosas requieren un plan sistemático y detallado que incluya a numerosas instituciones que cooperen entre sí.
–Para finalizar, Alma, me gustaría que me hablaras de tus proyectos a corto y medio plazo. ¿Entran, en ellos, la posibilidad de componer y producir?
-Intento formar parte de cada aspecto cuando se trata de hacer música. La producción y la composición reales podrán llegar con el tiempo. Nunca digas nunca. Sé que mi mejor baza es el canto… por ahora. Mantendré en secreto algunas cosas realmente buenas que están por venir, solo porque las lanzaré cuando esté completamente segura de que son buenas. Estoy muy emocionada por todo lo que está por venir.
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