Adis Sirbubalo: «El Sevdah ha sobrevivido a muchos desafíos y siempre ha encontrado la manera de atraer a nuevas generaciones»
Nacido en Foča, y educado musicalmente en Sarajevo y Chicago, ha formado parte de proyectos como Zoster y Sarajevo Jazz Guerrilla, y colaborado con artistas como Eddie Gómez, Christian McBride, Chuchito Valdés, Dino Merlin, Boško Jović o Amira Medunjanin. Junto a Božo Vrećo se convirtió en uno de los pilares fundamentales de Halka, banda imprescindible para entender el Sevdah del siglo XXI. Pianista y acordeonista de estilo elegante, solicitado arreglista y miembro del equipo de producción musical de la radiotelevisión pública de Bosnia-Herzegovina (BHRT), acaba de publicar su primer disco en solitario, editado por Gramofon, a partir de temas propios y clásicos de la sevdalinka, interpretados en vivo
«A través de la música tradicional de Bosnia-Herzegovina descubrí la historia, no solo de mi patria, sino también de mi familia»
«No hay límites para la creación y la experimentación, ni fronteras, pero sí hay una línea entre el mal gusto y la buena música»
«Siempre creímos que la música de Halka continuaba la gran tradición de la sevdalinka como música popular»
Por César Campoy.
–Me gustaría que habláramos del disco grabado en directo, en Vijecnica, con motivo del programa Sevdah na distanci, en el marco del 24 Festival de Jazz de Sarajevo. En primer lugar, de Sarajevske kajde y Bistre vode, dos composiciones originales tuyas. ¿Son muy antiguas? ¿Qué crees que muestran de ti y de tu filosofía ante la música?
-No, no son antiguas. Las compuse especialmente para la actuación en Vijecnica. Muestran mi profundo interés por la música tradicional bosnia. Explorar la música tradicional de Bosnia-Herzegovina me lleva a mis raíces, no solo porque crecí con esta música como sonido de fondo de mi infancia y juventud, sino también porque a través de esta música descubrí la historia, no solo de mi patria, sino también de mi familia. Algunas de las canciones tradicionales las escuché por primera vez en casa de mi padre cuando era niño. Mi intención era que, en el contexto del piano solo, mis composiciones junto con las tradicionales que interpreto, sonaran como un repertorio homogéneo y orgánico. En ese sentido, probablemente llevé mis composiciones más cerca de la sevdalinka, y la sevdalinka más cerca de mí.
–El disco se completa con los clásicos Kiša bi pala, Kad se jangin iz sokaka pomoli y Mislio sam svaki dan, que a lo largo de la historia han interpretado grandes figuras como Himzo Polovina, Zaim Imamović o Safet Isović. ¿Por qué has elegido estas canciones?
-En el vasto repertorio de la sevdalinka, elegí estas canciones porque eran muy interesantes a la hora de ser interpretadas solo con piano, a partir de unas melodías y una forma únicas que pudieran combinar de manera perfecta con mis canciones originales.
–Mislio sam svaki dan y Kiša bi pala ya las grabaste con Halka. Todo el mundo recuerda la introducción de piano de la segunda que tú creaste. ¿Cómo has afrontado estas nuevas revisiones, ahora, sin voz?
-Obviamente, cuando tocas en un concierto en solitario estás solo, y solo la música que tú tocas es lo que la gente escucha. Además del gran desafío de estar solo en el escenario, esto también supone estar conmigo mismo y con el piano. En realidad, se trata de una compañía bastante buena e inspiradora. El hecho de que estuviera muy familiarizado con esta canción me hizo sentir libre para ofrecer mi propia versión de tan hermosa melodía.
–Has vuelto a colaborar con el técnico de sonido Eric Bajramović, un experto en trabajar, sobre todo en directo, con muchas de las nuevas figuras del Sevdah. ¿Qué aporta a este tipo de grabación?
-Seis micrófonos y una grabadora digital Nagra. Hizo un gran trabajo, como siempre. Me gustaría mencionar, también, al ‘meister’ Johannes Wohlleben, de Bauer Studios Ludwigsburg, que mezcló y masterizó este disco en solitario, de la misma manera que lo hizo para Halka y otros proyectos. Los dos resultaron ser una gran combinación.
–Han pasado casi diez años desde el nacimiento de Halka. ¿Cómo recuerdas aquel proyecto? ¿Cómo viviste aquella aventura que supuso un soplo de aire nuevo para el Sevdah?
-Tengo un gran recuerdo de esos años, tocando y girando con mis buenos amigos y músicos de la banda, y estoy muy feliz de que lográramos grabar dos grandes álbumes con el sello Gramofon, que también es el sello discográfico que ha publicado mi álbum en solitario, y el de otros muchos grandes artistas de la sevdalinka. Siempre creímos que nuestra música continuaba la gran tradición de la sevdalinka como música popular.
–Fuiste el arreglista de muchas de aquellas canciones. ¿Cómo afrontaste el reto de transformar clásicos del género y actualizarlos? ¿Cuál era tu objetivo?
-Como te comentaba, la idea era continuar la gran tradición de la sevdalinka grabada de los sesenta a los ochenta, no solo en términos de repertorio, sino también de sonido. Lo más importante es que todos conocíamos muy bien esas canciones, nos encantaban y las tocábamos con la misma alegría.
–¿Crees que tenía más futuro aquel proyecto, antes de que Božo Vrećo iniciara su carrera en solitario?
-¡Lo creo!
–Es curioso, pero este es tu primer disco en solitario después de muchos años como artista. ¿Por qué has tardado tanto?
-Recibí la oferta para realizar el concierto de apertura del 24 Festival de Jazz de Sarajevo, lo cual fue un honor y una gran oportunidad para mí. El caso es que todo sucedió en medio de una pandemia. De repente, después de tantos años, por fin tuve tiempo suficiente para sumergirme profundamente en mis sueños musicales y en tantas cosas que siempre quise hacer como músico y compositor. Estoy muy feliz de que todo haya ido muy bien. El ambiente tan inspirador de la Biblioteca Nacional y el hermoso instrumento con el cual toqué, y el hecho de que lo estuviera haciendo en vivo, solo, literalmente solo, para un público, pero sin público, todo ello fue capaz de crear una especie de magia.
–Hablemos de tus instrumentos. ¿Qué puede aportar el piano al universo del Sevdah?
-Estoy camino de descubrirlo.
–También eres un virtuoso acordeonista. Cuando un músico afronta la música tradicional, en general, y el Sevdah, en particular, ¿qué diferencias supone hacerlo con el acordeón y con el piano?
-Ambos son instrumentos manipulados, por lo que, en esos términos, vendrían a ser lo mismo. La diferencia radica en el sonido y la técnica. Por otra parte, la mayor parte del repertorio de sevdalinkas de los sesenta a los ochenta se grabó con acordeón; todo lo contrario que con el piano, que rara vez se utilizaba. Así que, para tocar sevdalinkas, especialmente composiciones contemporáneas creadas bajo el espíritu de la sevdalinka, el acordeón es un instrumento muy común y natural. Esto hizo que haya sido fácil para mí, porque, además, me he apoyado en los hombros de los gigantes que han grabado cientos de canciones de una manera tan hermosa.
–Dentro, también, del programa Sevdah na distanci, Zanin Berbić y tú actuasteis en el War Childhood Museum de Sarajevo, por separado, y juntos, repasando más clásicos como Gledaj me draga, Ah, što ćemo ljubav kriti o Snijeg pade, drumi zapadoše. En esa ocasión sonó el el acordeón, el violín y el saz. ¿Qué instrumento o qué instrumentos crees que son capaces de transmitir, con mayor sentimiento, la esencia del Sevdah?
-Tradicionalmente, el saz siempre ha sido muy importante, pero también el acordeón y el violín, o también el clarinete o cualquier otro instrumento que puedas imaginar. El hecho de que sean instrumentos utilizados tradicionalmente por algún tipo de música, no significa que deba ser una regla inamovible en ese sentido. No sé cuántas grabaciones de piano solo existen con la sevdalinka como repertorio, así que las únicas reglas que puedo tener son saber muy bien el repertorio que toco, y aprender a tocar y conocer muy bien mi instrumento.
–Como acordeonista, ¿qué es lo que has adoptado del estilo de gente como los hermanos Petković, Ismet Alajbegović, Radojka y Tine Živković…?
-Me siento muy agradecido por el trabajo de todos los músicos que mencionas. He aprendido tanto de ellos como de muchos otros.
–¿Cómo explicarías a alguien que no sabe nada sobre Sevdah qué significa y cómo se vive?
-«Si tienes que preguntar, nunca lo sabrás».
–Parece que el género atraviesa un buen momento en los últimos años. ¿Dónde está el futuro del Sevdah? ¿Hacia dónde debe dirigirse para sobrevivir?
-El Sevdah ha sobrevivido a muchos desafíos y siempre ha encontrado la manera de atraer a nuevas generaciones, así que no me preocupa demasiado el futuro del Sevdah y de la sevdalinka; me preocupa el futuro de la humanidad.
–¿Existe un límite a la hora de experimentar y modernizar el género? ¿Dónde está la línea roja, si existe?
-No hay límites para la creación y la experimentación, ni fronteras, pero sí hay una línea entre el mal gusto y la buena música.
–¿Qué crees que estáis aportando al Sevdah toda esa nueva generación de músicos que ha surgido en el siglo XXI?
-No pienso sobre ello; me limito a tocar.
–Has colaborado con otros artistas como Dino Merlin. Cuando trabajas para otros músicos, ¿dónde estableces la balanza entre aportar tus ideas y hacer lo que se te pide?
-Depende. Es un mundo diferente al de cuando creo mi propia música. Cuando escribo arreglos, siempre surge de manera natural, basándome en la canción dada y también en las ideas del artista en cuestión. El resto es mi trabajo. En algunos casos, después de completar mis arreglos, el proceso continúa, cuando, a veces, el artista o el productor sigue trabajando en ello. Al final, lo que escuchas de mis arreglos, unas veces es más yo, y otras veces, menos. Pero así se hacen algunas producciones actualmente.
–Miremos, un poco, al pasado: ¿Qué aprendiste en aquellos primeros pasos en la música como miembro de Zoster, un grupo que, evidentemente, jugaba en otra liga?
-Realmente disfruté lo de ser un miembro regular de Zoster durante tantos años. Zoster es realmente una banda de rock and roll, por lo tanto, banda y, por lo tanto, rock and roll. Todos somos niños del rock and roll.
–Si no me equivoco, Sarajevo Jazz Guerilla, la banda en la que coincidís músicos como tú, Dino Šukalo y Edvin Hadžić, además del gran percusionista Amar Češljar, está preparando nuevo disco. ¿Qué nos puedes adelantar de él?
–Sarajevo Jazz Guerrilla es un proyecto más antiguo que Halka, y es una banda que se basa en largos años de amistad y amor por la misma música. Acabamos de completar nuestro primer álbum después de tantos años tocando juntos. Estoy muy orgulloso del resultado, y estoy aún más orgulloso de que también hayamos grabamos algunas de las canciones originales y hayamos colaborado con muchos grandes artistas regionales de la escena pop y rock. Lo que realmente ha sucedido en el proceso y la preparación de este álbum, es que hemos subido algunos peldaños en términos de repertorio, arreglos y ambición, en general. Estoy deseando que se publique.
–Finalmente, háblanos, por favor, de los planes para el futuro con este disco. ¿Cuándo y cómo tienes previsto presentarlo en directo? ¿Lo harás tú solo al piano? ¿Qué repertorio estás preparando para esa gira?
-Si todo va bien, debería actuar y presentarlo el 31 de julio, en el 62 Festival de Jazz de Liubliana, además de en algunos espectáculos más a finales de este año, a lo largo y ancho de la región. Pero mi próximo gran proyecto en solitario es grabar un álbum de estudio este año, incluyendo mis antiguas y nuevas composiciones originales y algunas canciones tradicionales.